La Victoria Regia o Victoria Amazónica es una especie acuática que habita en estanques y lagunas con poco fondo y poca corriente en los alrededores de los grandes ríos de la Selva Amazónica. Pertenece a la familia de las Ninfáceas y es considerada como la flor acuática más grande del mundo.
Victoria Regia fue el nombre elegido por el Duque de Devonshire en honor a la Reina Victoria de Inglaterra, en el siglo XIX. El Duque de Devonshire, con la ayuda de su jardinero Joseph Paxton, fue uno de los primeros europeos que lograron cultivar la especie en un ambiente artificial. Posteriormente se definió su nombre científico como Victoria Amazónica, haciendo referencia a su lugar de origen.
La Victoria Regia posee grandes hojas en forma circular de hasta 3 metros de diámetro que flotan sobre la superficie del agua sobre tallos sumergidos que alcanza hasta 8 metros de largo. Tiene los Bordes doblados hacia arriba que puede alcanzar los 20 centímetros.
Este reborde impide que el agua la penetre, lo que le permite sostener grandes pesos, hasta 40 kilos si el peso se encuentra bien distribuido en su superficie, por lo que es común ver aves y pequeños mamíferos reposando sobre ellas.
La flor de la Victoria Regia es de una impresionante belleza, con un diámetro de entre 20 a 40 centímetros. Florece desde principios de marzo hasta julio. Se abre al anochecer (a partir de las seis de la tarde), exhalando una fragancia parecida al albaricoque, y se mantiene abierta hasta aproximadamente las nueve de la mañana del día siguiente.
La primera noche la flor es de color blanco y es femenina, sólo el estigma está maduro y puede recibir polen. Los polinizadores son escarabajos que permanecen prisioneros durante el día siguiente a la primera noche y que, al escapar a la mañana siguiente, se cargan de polen.
Al abrirse en la segunda noche, la flor es rosada y masculina, las anteras han madurado y produce polen que sirve para fecundar otras flores.
Además, esta planta produce un fruto conocido como maíz de agua que es comestible. ¿Qué más podemos pedir? Queda evidente la belleza y particularidad de esta gran planta acuática. Sus dimensiones, su belleza y su fragancia convierten a la Victoria Regia única en su especie, un auténtico regalo de la naturaleza.