En Iquitos, uno de los platillos exóticos más reconocidos y apreciados en la gastronomía de la selva peruana es el suri, un gusano que se reproduce en el tallo de los árboles del aguaje o palmito.
El Suri es de color amarillo a marrón oscuro, con tenazas en la cabeza que utilizan para cortar la pulpa del árbol de aguaje, de la que se alimentan. Tiene un aspecto grasoso y mide entre cinco y siete centímetros de largo, es una fuente excelente de proteínas, vitaminas A y E y minerales, por lo que ha sido consumida por siglos como alimento por los pobladores de la selva peruana.
Pero, ¿Cómo se consiguen estos sabrosos gusanos? Desde hace muchos años los antiguos pobladores amazónicos derriban el árbol del aguaje y esperan unas semanas para que se pudra y aparezcan estos gusanos en el centro del tallo, donde se reproducen. El Suri es extraído del árbol del aguaje donde los escarabajos negros o «papasos” depositan los huevos que luego se convertirán en gusanos.
En cualquier mercado de Iquitos es fácil encontrar puestos de venta de comida ofreciendo este exótico potaje, donde tienen a los suris vivos en una bandeja. La gente lo come crudo o tostados, preparados de diversas maneras como: patarashca, fritos, anticuchos o brochetas, y se acompaña generalmente con plátanos asados y yucas sancochadas.
En Iquitos, el suri representa una de las comidas típicas representativa de la selva peruana, definido por muchos como “extremadamente sabroso” y con propiedades nutritivas. Este exótico platillo es muy solicitado por visitantes nacionales y extranjeros.
La ciudad de Iquitos tiene un sinfín de cosas con que sorprendernos, y el Suri no es la excepción. ¿Qué esperas para probarlo?